
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Albacete ha condenado al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) y a su aseguradora a indemnización con 116.845 euros (más intereses) a los familiares de un paciente que murió a causa de un cáncer de esófago que se diagnosticó con retraso.
La sentencia recoge que, según testificó un perito, el 9 de septiembre de 2020 el fallecido (con 42 años en ese momento) acudió al Complejo Hospitalario Universitario de Albacete con "vómito negro", por lo que se le hizo una endoscopia.
"Había lesión erosiva muy intensa" en el esófago, "por lo que se debió hacer otra endoscopia posterior y ello no se hizo", informó el perito de la parte demandada, quien sostiene que de haberse hecho esa exploración a los dos meses "se hubiera visto el cáncer de esófago" y "se debería haber curado".
En cambio, la segunda endoscopia se hizo siete meses después de la primera, período en el que el cáncer "evolucionó bastante, hizo metástasis en varios órganos y tuvo un crecimiento exponencial", lo que acabó provocando la muerte del paciente en noviembre de 2022.
Los familiares del fallecido reclamaron al Sescam una indemnización de 116.845,82 euros, pero el Sescam, que negaba "la existencia de mala praxis", rechazó la petición y concluyó que, "en el hipotético caso" de que se determinara su responsabilidad, la indemnización no habría de exceder de 23.953,39 euros.