Les contaba la semana pasada que René Goscinny, guionista de Astérix y considerado el mayor historietista de Francia, murió repentinamente a los 51 años de edad durante una ergometría preventiva. En ese momento, la vigesimocuarta aventura de Astérix, Astérix en Bélgica, tenía el guion terminado y estaba paralizada a falta de dieciséis planchas por dibujar. Por una disputa con el editor Georges Dargaud en relación con la gestión de los derechos de Astérix en el extranjero, René Goscinny había pedido al dibujante Albert Uderzo que no siguiera dibujando. El litigio judicial se prolongó casi dos años, pero finalmente Dargaud y Uderzo acordaron terminar el álbum y publicarlo en 1979.
Como cabe imaginar, Albert Uderzo estaba destrozado por la inesperada muerte de su mejor amigo, con quien había compartido veintiséis años de trabajo en perfecta sintonía. Y todos dábamos por seguro que, en las páginas que faltaban para terminar Astérix en Bélgica, deslizaría algún homenaje oculto. ¿Incorporaría quizá una caricatura de su amigo en cameo improvisado, como ya había hecho en otros álbumes? ¿Tal vez alguna morcilla en el guion? Pero no, simplemente recurrió a una de las metáforas visuales más universales: la lluvia como expresión natural figurada de la tristeza y el llanto.
Uderzo regresó a la última viñeta de la plancha 28, en la que Astérix y Obélix salen del poblado, cambió el cielo azul a gris plomo y pintó unas gotas de lluvia. A continuación, siguió dibujando las planchas que faltaban: la plancha 29 está dominada por una lluvia pertinaz, y el cielo oscuro, gris plomizo, lo mantiene ya hasta el final de la aventura. A modo de guiño paródico del atroz clima belga, desde luego, pero también como expresión gráfica de su íntima aflicción y desconsuelo.
Páginas 32 y 33 del álbum 'Astérix chez les Belges' (1979).E incluyó, además, otro pequeño homenaje a la memoria de su amigo. En la última viñeta del álbum, con el tradicional banquete galo a base de jabalí asado, Uderzo dibujó un conejito que sale llorando por la esquina inferior izquierda. Es un sentido recuerdo a la esposa de su amigo, a quien René llamaba por el apelativo cariñoso Lapaing (esto es, lapin, 'conejo', pronunciado con el acento meridional de Niza, de donde era oriunda, sí, Gilberte Goscinny).
Viñeta final del álbum 'Astérix chez les Belges' (1979), con un conejito desconsolado abandonando la escena por la esquina inferior izquierda. Off Fernando A. Navarro Off