Habiendo visto en el análisis del artículo anterior, Hacienda, el socio voraz con el que se comparten gastos y costes de inversiones, cuál era la estructura de liquidación del Impuesto sobre la renta y cómo se producía el ahorro fiscal, en este artículo vamos a ver cómo se produciría dicho ahorro en el coste de las inversiones.
Para ello vamos a valernos de un ejemplo, que entendemos podría ser frecuente, consistente en que al farmacéutico del artículo anterior, que ganaba 100.000 euros, y pagaba 34.000 euros de impuestos, se le plantea la posibilidad de invertir en la robotización de la farmacia. Esto le costaría un total de 110.000 euros, que, en un principio pagaría al contado, tirando para ello de sus ahorros.
Al farmacéutico del artículo anterior se le plantea la posibilidad de invertir en la robotización de la farmacia
Ha analizado las ventajas que le reportaría robotizar la farmacia: simplificación de tareas, ahorro de tiempos, mejor atención a la clientela, mejor control de la caducidad de los medicamentos, etc.; y entre las desventajas, estaría la del elevado coste, pues 110.000 euros es mucho dinero.
Sin embargo, considerando el ahorro implícito que lleva consigo la inversión en un “activo fijo” como es éste, que pasaría a ser un elemento más del “inmovilizado” que como todo él está sujeto a las “amortizaciones” (que no es otra cosa que la de recoger contablemente la pérdida de valor que van sufriendo con el tiempo los activos fijos: mobiliario, instalaciones, ordenadores, etc. que cuentan con unas tablas de amortización específicas, según la tipología del activo), decide realizar la inversión.
Hacienda, el socio voraz con el que se comparten gastos y costes de inversiones En este caso, tratándose de la robotización de la farmacia, aunque podrían amortizarse en menos, vamos a considerar 10 años. Así las cosas, y consider Off Alberto Alonso Gismero. Legon. Taller de Finanza Off